En la saga Crepúsculo, Carlisle es el padre de los Cullen, una familia de vampiros con varios hijos adoptivos que se caracteriza por haber decidido no alimentarse de seres humanos. En este artículo conoceremos algunas de sus características más interesantes.
Carlisle Cullen nació en Londres, en 1640. Hijo de un pastor anglicano, fue criado durante una época de persecución religiosa. Su padre lideraba cacerías de brujas, hombres lobo, y vampiros, con la intención de limpiar el mundo de todo mal. Cuando envejeció, Carlisle pasó a estar a cargo de las cacerías.
A Carlisle no le entusiasmaba la matanza tanto como a su padre, pero de todas formas encontró un grupo de vampiros viviendo en el alcantarillado de la ciudad y capturó a uno de ellos con una trampa. El vampiro estaba muy hambriento como para correr, por lo que decidió atacar. Fue así como, a los 23 años, Carlisle resultó mordido.
Sabiendo que sería rechazado por su padre, Carlisle se arrastró hasta un sótano en donde se enterró a sí mismo en tomates podridos durante los tres días de la transformación, emergiendo finalmente como vampiro.
Al principio intentó suicidarse saltando desde grandes alturas y tratando de ahogarse en el océano, pero no pudo lograrlo. De ninguna forma estaba dispuesto a alimentarse de humanos, como lo hacían los demás vampiros. Incluso llegó a intentar dejar que el hambre lo matase.
Fue entonces que, en un momento de mucha sed, atacó un rebaño de ciervos que pasaban. De esta forma se dio cuenta de que podía mantenerse con vida bebiendo sangre de animales, una opción que le resultaba más llevadera que ir quitándole la vida a otros seres humanos. Con el transcurso de los siglos desarrolló inmunidad al efecto que el aroma de la sangre humana produce en los vampiros y pudo volverse un médico brillante.
Físicamente, el libro lo describe como alguien alto, rubio, esbelto y musculoso. Al igual que los demás vampiros se destaca por su belleza.
En las adaptaciones cinematográficas es representado por el actor Peter Facinelli.
